«La pasión por el arte puede aparecer en cualquier momento y cambiar la vida de todos aquellos que se dejan sorprender por su magia. Cuando Nina Palomba era pequeña, sus padres le regalaron un cuaderno para colorear con personajes de dibujos animados de los años 40, y tanto ella como su hermana cayeron rendidas ante los encantos kitch de Betty Boop y Andy Panda. Esto marcó el inicio de una afición que la ha llevado a buscar la creatividad en los rincones más insospechados y a desarrollar un estilo de ilustración muy personal.»